En este trabajo me encuentro en un período de experimentación formal. Considero el arte más como una aventura emotiva y con búsquedas de emociones estéticas, que una forma de representar la realidad.

En la figura humana se van asociando tanto el pudor como la provocación; la singularidad como la generalidad de la especie. Desde las más remotas manifestaciones artísticas que se conocen vemos representaciones de desnudos porque el cuerpo está sujeto a múltiples connotaciones y cuando se convierten en imágenes artísticas esas asociaciones se potencian tanto simbólica como estéticamente.

En el desnudo se concentra un caudal de sentimientos concientes y subconscientes, vividos, soñados y recordados que uno trata de expresar por medio del color, seguido de la forma y de las texturas.

Pienso que hay un misterio en el hecho de producir imágenes, uno puede leer su propia historia a través de ellas, esa libertad es una característica propia que tenemos que dar a la figura humana un sentido de vitalidad y sacarlas de sus propios límites.

Mi obra se nutre de estilos e influencias diversas que reconozco, sin reservas que el impresionismo, el cubismo, la abstracción geométrica y el expresionismo han influido decisivamente en mi trayectoria; pero no soy gregario de ninguna de ellas. Procuro respirar por mi mismo y ser solo, para ser muchos y a la vez independiente, distinto y distante. Combino las influencias y modas que han marcado épocas, pero sobrevuelo sin pretensión, con una marca propia.

Eduardo Medrano